miércoles, 20 de enero de 2021

BERLANGA, EL AUSTROHÚNGARO


Berlanga, el austrohúngaro
En las películas del genial director valenciano siempre aparecía una referencia a «el imperio austrohúngaro». El autor explica el origen de la misma
Coincidiendo 2021 con el centenario del nacimiento de Luís García Berlanga, las autoridades culturales han acordado declararlo 'Año Berlanga'.
Berlanga utilizaba de algún modo la palabra austrohúngaro en todas sus películas, pero ¿cuál era el motivo para emplear este original recurso en su extensa filmografía?
Creo poder dar aquí mi particular versión: un lejano 27 de junio de 2003 fui invitado en mi condición de Cónsul Honorario de Hungría para asistir a la entrega de Premios del Calzado Femenino en el Museo del Calzado de Elda. Mi cometido era entregar el premio a la diseñadora húngara Zita Attalai, que fue galardonada con el premio al mejor diseño. El jurado de aquel año contaba entre otros con Carmen Cervera -Baronesa Thyssen-Bornemisza (dignidad nobiliaria austrohúngara)-, Luis Alberto de Cuenca y el mismísimo Luis García Berlanga.
Después de concluido el evento, galardonados y jurado acudimos a cenar al contiguo municipio de Petrer y una vez en el restaurante Berlanga pidió expresamente sentarse con el «Cónsul del Imperio Austrohúngaro», suponiendo esto enorme sorpresa para mí. A lo largo de la cena, Luis estuvo recordando hechos y también historia de los Berlanga: me habló de la Posada de San José en Cuenca, de la Venta de Contreras (todavía regentada por su sobrino Fidel) y del Hotel Londres en Valencia, también de la vecindad de los Berlanga con los Lledó en los montes de Contreras y parajes de la Fuencaliente, lugares atravesados por la Nacional III, que juntan o separan, según se mire, la Castilla de los Berlanga y los Lledó con la Valencia de los Martí y los Goerlich. Me habló de su abuelo Martí y de su madre, Desamparados, propietarios del establecimiento Postre Martí / Horno de San Francisco, inicialmente en la Bajada de San Francisco y tras la reforma de 1928-30, reemplazado al cinco de la Plaza, en local decorado por Javier Goerlich (curiosamente con la misma tipografía del antiguo cine Metropol), los Berlanga-Martí también encargaron a Goerlich en aquel tiempo, los edificios racionalistas del Hotel Londres y el 'Martí-Alegre' en el encuentro de Cánovas con Grabador Esteve y Serrano Morales.
En aquellos años, la relación del arquitecto con los García Berlanga / Martí Alegre era muy intensa (proyectos, elección de materiales, presupuestos, selección de contratistas, visitas de obra, etc). El joven Luis que contaba en aquel tiempo con 10 años de edad, un día preguntó en casa el porqué de tan extraño apellido del arquitecto, contestándole sus progenitores que lo era por ser hijo del Cónsul del Imperio Austrohúngaro y hete aquí el inicio del recurrente fetiche berlanguiano que tanta suerte y éxito le proporcionaría, mostrándonos de manera desenfadada, casi cómica, su visión de la segunda mitad del siglo veinte del solar patrio.
Ya no como joven admirador del arquitecto de la ciudad, sino como afamado director de cine, Berlanga trató ocasionalmente a Javier Goerlich. Una de ellas en 1963 para presentar en Valencia 'El Verdugo', en el 'Conferencia Club', entidad fundada por Goerlich como apéndice del Centro de Cultura Valenciana.
En fin, me alegra mucho que este año, podamos recordar, valorar y querer a este valenciano de pensamiento profundo, crítico, refinado y culto. La última vez que lo saludé, fue en octubre de 2009, en el homenaje organizado por la Mostra de Valencia en el Teatro Olympia, ya estaba enfermo, muy despistado, un año después fallecía en Madrid, dejándonos un fabuloso legado de conocimiento, de inteligencia, de valencianidad y de cine.


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