En 1914, Javier Goerlich proyecta éste, uno de sus primeros proyectos
por encargo del conocido comerciante
Luis Gay en la Calle Avellanas 19-21. Posteriormente, ya en los años 20, Gay
encargó también a Goerlich el proyecto de un chalet en Ribarroja. Luis Gay
hijo, siendo joven acudía a las visitas de obra del chalet atendiendo a las
indicaciones y consejos de Goerlich. Tras esto, Luis Gay, influido por Goerlich
decidió estudiar Arquitectura, realizando importantes proyectos a lo largo de
su vida profesional. Este edificio que utiliza en su composición un lenguaje
modernista, consta de planta baja y cuatro altas, la baja dedicada a fines
comerciales y las altas a viviendas, teniendo cada planta una composición
distinta de huecos y decorativa, empleando ventanales con arco de medio punto y
también adintelados, balcones corridos e independientes, decoración a base de
motivos florales, volutas, guirnaldas y profusa ornamentación, destacando las
figuras humanas en la cuarta planta. La carpintería exterior se conserva en estado
original. El edificio en cuanto a lenguaje, nos recuerda una combinación del sezession jugendstyle,
tan de moda en aquel momento en centroeuropa, así como detalles muy
característicos del modernismo catalán. Es de destacar también los soportes de
forja modernista diseñados por el propio Goerlich y existentes en el cuerpo superior
de la fachada sirviendo de polea para la subida y bajada de muebles, soportes
muy similares que Goerlich también empleó en el edificio sito en Calle Ciscar 6
y 8. Las fotografías recientes, tomadas por Tono Giménez, las históricas
pertenecen al archivo de la Fundación Goerlich.
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