Situado en la esquina de Cirilo Amorós 29 / 31 con Pizarro,
fue proyectado y construido en 1908 para su familia por el arquitecto Vicente
Ferrer Pérez, quien junto a Demetrio Ribes, fueron unos de los arquitectos más
destacados del modernismo en Valencia. Este edificio tiene influencias del
Sezessionstil austriaco y la Escuela de Glasgow, corrientes que llegaron a
nuestro país a través del Congreso Internacional de Arquitectos celebrado en
Madrid en 1904. Al ser un edificio situado en esquina y achaflanado, presenta
tres fachadas que siguen esquemas compositivos distintos, pero siempre
simétricos, con miradores en la primera planta y vanos más pequeños en los dos
pisos superiores; la planta baja presenta vanos con jambas curvas, mientras que
en los pisos primero y segundo se utilizan arcos escarzanos y en el tercero,
adintelados, disponiéndose ventanas estrechas en las esquinas rehundidas del
chaflán, que se rematan con naranjos pintados. En el interior también hay una
gran profusión decorativas: suelos hidráulicos y de Nolla, en la escalera las
rejas y carpinterías están adornadas con motivos vegetales regionalistas y las
zonas nobles se destacan con zócalos de madera, frisos y escayolas. En
definitiva, Vicente Ferrer muestra el conocimiento de un lenguaje más cercano a
las vanguardias y un interés por la unidad estética de la obra. Fotografías: Tono Giménez y Merxe Navarro.
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