En la avenida del Puerto 24, se encuentra este singular
palacete conocido también como la “casa del médico”. En 1919 por encargo de su
propietaria María Burgos Romero, Javier Goerlich lo amplió, reformó y redecoró,
dándole la actual fisonomía que afortunadamente conserva, utilizando una mezcla
de estilos y lenguajes, predominando el neorromántico, muy de moda en aquellos
años para este tipo de construcciones residenciales aisladas.
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